Puede parecer que conocerse a uno mismo es una tarea muy sencilla y que la tenemos totalmente superada. Sin embargo, tener un conocimiento profundo de quiénes somos es una labor muy complicada que dura toda la vida, ya que estamos en constante cambio.
El autoconocimiento es un componente muy importante de la autoestima ya que, si no nos conocemos bien, ¿cómo vamos a valorarnos y querernos?
Para valorar si realmente os conocéis bien, haceos las siguientes preguntas: ¿Hay características de vuestra personalidad que preferís negar o ignorar y que intentáis que pasen desapercibidas para los demás? ¿Hay recuerdos o acciones del pasado que preferís esconder en vuestra mente y no pensar en ellas porque os resultan dolorosos? ¿Tenéis a veces reacciones inesperadas que no podéis explicaros a vosotros mismos?
Si realmente nos conociéramos bien, podríamos predecir como vamos a actuar ante determinadas situaciones y seríamos siempre consecuentes con nosotros mismos.
Por todo esto decimos que el autoconocimiento es importante y que es fundamental para la autoestima de una persona, aprender a analizarse sin miedo a lo que va a encontrar. El conocimiento de uno mismo afecta positivamente a la autoestima y a nuestras relaciones con los demás. Al comprendernos mejor podremos ponernos con más facilidad en el lugar del otro y entender su comportamiento y sus sentimientos.
Del mismo modo que el autoconocimiento influye en la autoestima, la autoestima también influye en nuestra manera de conocernos a nosotros mismos:
- Una persona con baja autoestima se esconde de sí misma, se niega a aceptar características de su personalidad que considera negativas y vive con el miedo de que las demás personas las descubran. Muchas veces reacciona de manera incomprensible incluso para sí misma, lo que le genera ansiedad o culpa.
- Una persona con alta autoestima no tiene miedo a analizar sus acciones y sentimientos por lo que se comprenderá mejor y se valorará más. Asimismo, tendrá más facilidad para explicar esas acciones a los demás y les comprenderá mejor, por lo que sus relaciones con los demás serán más satisfactorias.
Vemos así que estos dos conceptos van de la mano. Un alto conocimiento de uno mismo elevará nuestra autoestima y una alta autoestima facilitará que nos conozcamos mejor.