La susceptibilidad suele estar causada por una baja autoestima que tiene su base en la educación y las exigencias que esa persona recibió desde su primera infancia. Los padres de las personas susceptibles suelen haberles inculcado unos niveles altísimos de exigencia. Además de esto, los padres de personas susceptibles tienden a ignorar los éxitos, considerándolos como lo normal o lo mínimo, y castigar duramente los fracasos.
El niño, ante esta forma de educación, crece sin poder desarrollar su autoestima de una manera equilibrada, ya que no es capaz de poder aceptarse a sí mismo con sus cualidades y carencias sino que debe compararse con ese ideal que sus padres le han marcado. Además, al no estar seguro de merecer el aprecio incondicional de sus padres por ser quien es, crecerá con el miedo a ser rechazado por ellos y acabará generalizando ese temor a todas las personas que le rodean.
Cuando ese niño crece, tiende a interiorizar esas exigencias de los padres como propias y a convertir ese ideal que le han impuesto en lo que él debe llegar a ser. Por ello, nunca podrá conocerse de una manera realista, haciendo un balance de sus cualidades positivas y carencias, sino que tenderá a ocultar sus defectos, considerándolos como algo imperdonable e intentando escondérselos a los demás a cualquier precio.
Las personas susceptibles viven con una constante ansiedad, luchando día a día para mantener esa imagen de sí mismos que se han creado. Cualquier comentario o crítica de los demás se verá como un ataque contra esa imagen, por lo que reaccionarán de manera excesiva, llegando incluso a la agresividad. Marcus Martin Womens Jersey