El sentido de pertenencia es el sentimiento que tiene el niño de ser aceptado por los demás, de ser considerado importante y parte de un grupo. Este sentido de pertenencia empieza a desarrollarse en los primeros años en el seno de la familia. Los padres y demás hermanos ayudarán al niño a sentirse aceptado y querido y ése será el primer grupo del que el niño se sentirá parte. Si en esta etapa el sentido de pertenencia del niño se desarrolla adecuadamente, podrá socializarse con mucha más facilidad y sentirse más integrado en los diferentes grupos de los que tendrá que ir formando parte durante el resto de su vida (colegio, amigos, trabajo…)
Por ello el papel de los padres en este aspecto es primordial. Deben crear un ambiente familiar en el que el niño participe, donde aprenda a compartir y a tomar responsabilidades compartidas entre todos. Eso hará que el niño vea la familia como un grupo del que es parte importante y que aprenda a compartir las cosas buenas y malas, a aceptar y seguir las reglas. Todo esto le ayudará a encajar en cualquier grupo del que deba formar parte.
Un niño con buen sentido de pertenencia es colaborador y amistoso, se muestra sensible y comprensivo hacia los demás, sabe cooperar y compartir y es aceptado y valorado por los demás.
Por el contrario, un niño con escaso sentido de pertenencia se aísla de los demás, tiene dificultad para hacer amistades y se deja influir por los otros. Suelen ser niños competitivos en lugar de colaboradores y tienden a criticar tanto a sí mismos como a los demás. Morris Claiborne Womens Jersey