Un padre es un referente importantísimo en la construcción de la autoestima del niño. Una manera de reforzar esa imagen es hablar de de manera positiva sobre ti mismo ante tus hijos y de mostrar una actitud optimista ante la vida y ante las adversidades.
Pero no te quedes solamente en las palabras. Debes saber que deberás inculcarle a tu hijo buenos hábitos con el ejemplo. De nada servirá que le digas que debe ser una persona cordial y educada si después te saltas la cola en el cine o entras en el metro empujando al resto de los pasajeros. Tu hijo aprenderá mejor del ejemplo de las acciones que ve cada día que de las palabras que le digas.
Un buen ejemplo será una especie de espejo que tu hijo intentará copiar. Si tu hijo o hija te ve constantemente actuando de manera equivocada, seguramente adoptará estas costumbres que ve y será mucho más difícil llevarlo por otro camino. Ten en cuenta que ahora eres su modelo a seguir.