Un niño que tiene y persigue sus sueños tendrá un motor irremplazable que le hará volar por mundos desconocidos. Los sueños son aquellas cuestiones que deseamos con muchas ansias y serán lo que movilicen al niño a caminar y a seguir adelante. Nadie mejor que un padre para estimular a que su hijo tenga sueños.
Tú conoces mejor que nadie a tus hijos y por tanto debes de inculcarle la necesidad de creer en algo. El primer paso será poner todos los medios a tu alcance para que tu hijo crea en sí mismo. Si el niño sabe que puede conseguir aquello que se propone, estarás educando a una niña o a un niño con una buena confianza en sí mismo y una alta autoestima.
Inspirar al niño a soñar puede ser una tarea simple. Por ejemplo, puedes leerle historias que despierten su curiosidad y el amor por temas desconocidos puede ser un punto de partida interesante para que tu hijo sea un soñador. Sin embargo, no le digas permanentemente que todo lo que se proponga será posible de realizar. Indícale también que muchos de sus sueños tal vez no se hagan nunca realidad, pero que vale la pena el esfuerzo por intentarlo, ya que si no se intenta, nunca lo conseguirá. Ayúdale también a interiorizar positivamente aquellos aspectos que no pueda conseguir para que nunca pierda la motivación por seguir intentándolo, aunque fracase.