La autocrítica es uno de los peores enemigos de la autoestima. Una persona con autoestima elevada también critica sus acciones y decisiones, pero de una manera sana, racional y que conlleve una mejora. Por el contrario, existe una autocrítica destructiva que sólo consigue desestabilizar, culpabilizar y reducir nuestros niveles de autoestima. Es esta autocrítica la que debemos combatir.
Lo primero para poder luchar contra la autocrítica es identificarla. Digamos que en nuestra mente existen dos “voces”: la voz sana, que se acepta y es objetiva y racional, y la voz patológica, que es la que critica de forma destructiva.
Tenemos que aprender a distinguirlas, darnos cuenta de cuando nuestros pensamientos son dañinos y no conducen a nada positivo. Una vez identificada, debemos reflexionar sobre la función de esa voz. Si nos está diciendo algo, es por alguna razón, por lo que debemos escucharla a pesar de que nos lo esté diciendo de modo equivocado. Puede que esté intentando que hagamos algo que sería bueno para nosotros o que nos esté protegiendo de sentimientos dolorosos. Como esto es difícil de entender, pongo unos ejemplos:
“Eres un vago y no haces nunca nada bien”: Nos está indicando que deberíamos ser más activos en nuestra vida y mejorar nuestro rendimiento.
“Siempre has sido una mala persona”: A pesar de lo doloroso que resulta este pensamiento, en realidad nos está protegiendo. Ante este pensamiento, nos quedaremos culpabilizándonos y lamentándonos, pero no necesitaremos hacer nada más, ni arriesgarnos a cambiar, ni enfrentarnos al fracaso.
Cuando tenemos identificada a nuestra voz crítica y podemos reflexionar sobre lo que de verdad nos esta diciendo, estaremos capacitados para analizarla objetivamente, eliminar su parte destructiva y ponernos en el camino de conseguir lo que nos está pidiendo de modo positivo y sin culpabilizarnos. En el caso de los ejemplos anteriores, podremos decidir qué conductas realizar para ser más activos en nuestra vida o analizar si realmente somos “tan malas personas” como pensamos y realizar conductas para mejorar.
Si esta voz autocrítica es muy persistente y dolorosa y se resiste al cambio, a veces es necesaria la ayuda de un profesional cualificado. Greg Olsen Womens Jersey