Como hemos visto, la motivación es un factor imprescindible para que el niño pueda atreverse a desarrollar nuevas actividades, alcanzar el éxito y con ello mejorar la autoestima. En caso de que hayas detectado que tu hijo tiene problemas de motivación, puedes probar algunas de las siguientes medidas:
- Identificar el problema: Habla con tu hijo y escúchale con atención. Intenta descubrir qué es lo que no le satisface, que le desmotiva, qué sentimientos tiene que le hacen renunciar…
- Enseñar al niño a retrasar el refuerzo: Las mayores metas en la vida no tienen su premio de manera inmediata. Hay que hacerle ver al niño que, aunque un esfuerzo no dé una recompensa inmediata, los resultados a largo plazo merecerán la pena.
- Ayudarle a identificar sus deseos y metas a largo plazo: Puede que el niño ni siquiera se haya planteado qué quiere hacer en la vida, que no conozca sus verdaderos deseos. Hay que animarle a imaginar y soñar con las cosas que realmente le gustaría conseguir.
- Enseñarle a dividir las metas en objetivos pequeños: Algunas cosas pueden parecerle al niño un esfuerzo inmenso que no será capaz de realizar. Esto le desmotivará y le impedirá avanzar. Hay que enseñarle a dividir los grandes problemas en problemas pequeños y manejables. Por ejemplo, puede parecerle imposible aprobar matemáticas a final de curso. Intenta quitarle ansiedad ayudándole a centrarse en los deberes de hoy, el examen de la semana que viene… Lo importante es el hoy y lo que tenemos que hacer en este momento.
- Reconócele sus logros y anímale incluso cuando fracase, por el solo hecho de haberlo intentado. Tiene que saber que lo importante es intentar las cosas y que no va a ser peor persona o se le va a querer menos porque no consiga las cosas a la primera.
- Enseñarle a darse mensajes positivos y a minimizar las situaciones negativas.
- Haz que el niño participe en actividades comunes en la casa que le permitan lucir sus habilidades y anímale a usar esas capacidades en otros contextos (escuela, amigos…)
- Cuando el niño vaya a intentar algo difícil, anímale y coméntale que sabes que no es fácil y que el solo hecho de intentarlo es un logro y le enseñará aprendizajes importantes.
- Reconocer sus éxitos aunque sean pequeños.
- No perder nunca nuestra confianza en el niño, aunque éste fracase. Tenemos que ser conscientes de que está aprendiendo y de que mejorará en sus habilidades día a día. No le presiones ni le crees ansiedad esperando que siempre lo haga todo bien a la primera.
- Se pueden organizar las actividades de casa mediante un diario y, a final de semana, evaluar con el niño las metas cumplidas y premiarle por ellas. También se puede analizar con él en qué actividades no ha podido llevar a cabo con éxito para analizar cuál ha sido el problema y ayudarle a buscar soluciones.
- Ayúdale a fijarse objetivos realistas y a desarrollar planes de acción para llevarlos a cabo. Esto mejorará su organización, su toma de decisiones y su capacidad de resolución de problemas.
- Anímale a desarrollar sus capacidades, talentos e intereses. Pregúntale qué actividades le gustaría realizar y cómo pretende llevarlas a cabo.