Independizarse puede convertirse en un paso muy importante para aumentar la autoestima. A lo largo de nuestras vidas, existen diferentes etapas en las que es especialmente importante independizarse de otros seres. Esto ocurre cuando somos niños y tenemos que distanciarnos de nuestros padres y también cuando entramos en la edad adulta, en la que se hace necesario e importante aprender a valernos por nosotros mismos. Independizarse es una parte muy importante en de la dinámica que forma la autoestima. Toda persona necesita saber y comprobar que puede arreglárselas por si mismo.
En algunos casos en los que una persona sufre de baja autoestima, independizarse puede volverse un problema algo complejo. Muchas de las personas que tienen una baja autoestima tienen una fuerte dependencia de otras personas. Este hecho les pone en una dinámica negativa que no les permite ni crecer ni desarrollarse como personas. Es habitual ver que esta situación se produzca entre padres e hijos, aunque también puede ocurrir que una persona adulta establezca un vínculo muy fuerte y cree dependencia con su pareja, un amigo o algún otro familiar. También puede suceder que se creen dependencias específicas en determinados ámbitos que no se repiten en todas las situaciones de la vida. Por ejemplo, una persona puede ser muy independiente en su hogar y poder arreglárselas por si mismo y sin embargo ser muy dependiente en el ámbito laboral. También puede ocurrir que personas muy independientes en todos los ámbitos de la vida, en casa, en el trabajo y en otros ámbitos, pueden ser totalmente dependientes emocionalmente.
Cuando la dependencia de otras personas es muy fuerte, se entra en una dinámica negativa. Aunque es bueno saber que se puede contar con otras personas, es más importante saber que uno también es capaz de arreglárselas por si mismo y que no necesita a otras personas para todo.
Para conseguir independizarse, una buena opción es meterse en la dinámica de hacer las cosas por sí mismo. Aun en aquellos casos en los que las cosas salgan mal, los errores servirán para aprender. Hay que saber tomar un poco de distancia de las demás personas e intentar valerse por sí mismo siempre que sea posible.
Para ello, es bueno empezar con la dinámica de tomar decisiones, aunque al principio sean muy pequeñas. Es importante empezar a hacer aquellas cosas que siempre se han querido hacer y que se han ido postergando por la dependencia que se tenía en otras personas, que han llevado a actuar de forma limitada según lo que los demás puedan o quieran hacer.