Si tú como padre o madre presionas a tus hijos para que siempre tengan éxito, estarás sentando las bases para que luego tu hija o hijo sea una persona insegura y con falta de confianza en sí misma.
La función como padre es darle el valor a tus hijos para que pueda encarar las tareas con mayor comodidad y seguridad. Es bueno saber que todos los niños requieren de signos de aprobación y motivación por parte de sus padres, así que es bueno utilizar frases tales como: “creo en ti”, “te vi en el show”, “sigue adelante”, “tú puedes”. Pero no le exijas someterse a esas situaciones si no son del agrado de la pequeña o del niño.
Darles valor significa reconocer sus progresos y no solo recompensar los objetivos que logren al 100%. Por ejemplo, sonríele con amor mientras trata de usar los cubiertos, aunque la comida se le caiga. Anímalo aun cuando en su primer intento a andar en una bicicleta a 2 ruedas, no lo consigue; dale un abrazo por participar en el concurso de canto o reconoce su esfuerzo por haber sacado un 8 de calificación en una asignatura en la que se ha esforzado.
Asegúrate de no querer o pretender que tus hijos sean los mejores. Ese deseo solo ejercerá presión y hará que los niños se frustren con facilidad cuando no lo consiguen.