Las personas susceptibles suelen ser recelosas, cerradas, agresivas, exigentes, cortantes… Es por ello que la relación con estas personas puede resultar muy difícil y dolorosa para las personas que la rodean y la aprecian. Por ello vamos a intentar dar unas pautas que puedan ayudar a tratar con ellas y, a ser posible, ayudarles a superar este problema:
- Muchas de estas personas niegan sus problemas y todas sus facetas. No aceptan que son agresivos, ni que están inseguros y tienen miedo a que los demás les rechacen. Muchas veces esta negación es tan fuerte que se lo ocultan incluso a sí mismos. Por ello, comentárselo suele no dar buen resultado y puede despertar en ellos reacciones negativas. Es necesario ser muy suave con estas personas e ir aproximándose al problema de forma progresiva.
- A la hora de realizar críticas es necesario también ir con cuidado ya que les hacen mucho daño y suelen reaccionar agresivamente. Esto no quiere decir que debamos evitar las críticas y aguantarlo todo sino que hay que formular la crítica de forma constructiva y ser muy específico. Por ejemplo, es mejor decir “Necesitaría que me ayudases con las labores de casa. ¿Te importaría ser tú quien se encargase de la colada?” que decir “Es que eres un vago y no me ayudas en nada”.
- Las personas susceptibles están deseando ser el centro de atención y recibir halagos. Por ello, es importante elogiar sus éxitos, ya que mejorará su autoestima. Estos elogios deben darse cuando realmente sean sentidos y es mejor que también sean específicos. Es mejor decir “Me ha encantado lo amable que has estado esta noche con mis amigas” que decir “Te has portado bien”.
- Hay que hacerles reflexionar sobre lo duros y exigentes que son, tanto consigo mismos como con los demás. La persona debe darse cuenta poco a poco que esos niveles de exigencia que impone a todo el mundo son inalcanzables y que debe aprender a tolerar los errores.
- También hay que ayudarles a reflexionar sobre sus enfados. Deben aprender a evaluar los motivos de las discusiones, si realmente les han ofendido y en qué grado, cómo habría reaccionado otra persona en su situación…
- Hay que estar a su lado para ayudarles a conocerse y aceptarse y a buscar el origen de su problema. Si la persona lo necesita, debemos ayudarle a que tome la decisión de acudir a un especialista, apoyándole y estando a su lado pero sin forzarle.