Si un padre pasa la mayor parte de su tiempo resaltando los errores de su hijo, seguramente tendrá como resultado un niño inseguro de si mismo, que se sentirá culpable.
El sentimiento de culpa es uno de los sentimientos más indeseados que un niño puede tener ya que afectará ineludiblemente a su amor propio y a su autoestima. Para un padre, siempre es más fácil destacar los errores de un niño que sus logros; así que haz un esfuerzo por reconocer las cosas que hace bien y celebra los aciertos de tu hijo.
Por ejemplo: cuando tu pareja llegue del trabajo, podrías decirle: “MIRA, el niño ha recogido sus juguetes el solo”. Se trata de una frase que tendrá mucho valor para tu hijo, pues sentirá que es importante para ti.
Si el niño necesita decirte algo, deja de hacer lo que estés haciendo y escúchale con atención. Acepta sus emociones sin juzgarlas, no censures sus palabras, valida sus sentimientos y comparte lo que te dice con empatía. De esta forma, el niño no se sentirá culpable, estarás aumentando la confianza que el niño tiene en si mismo, lo cual le ayudará a que se vaya sintiendo cada vez más cómodo y seguro para expresarse con libertad y honestidad cuando sea un adulto.
Si estás cansado y no puedes prestarle la atención que merece, no olvides que tu hijo no tiene la culpa, por lo que haz un esfuerzo.